El liderazgo ya no se define únicamente por estrategias, carisma o inteligencia. Hoy más que nunca, su esencia radica en la capacidad de generar conexión. Ahora bien, ¿qué impulsa realmente esa conexión? La respuesta puede resultar sorprendente: se encuentra en la regulación del sistema nervioso.

En el centro de este concepto se encuentra la Teoría Polivagal (PVT), un marco innovador desarrollado por el Dr. Stephen Porges. Aunque sus fundamentos provienen de la psicología y la neurociencia, su alcance trasciende estos ámbitos, influyendo de manera directa en la forma en que los líderes se relacionan, inspiran y construyen relaciones significativas.

La pregunta clave que surge al profundizar en este tema es la siguiente: ¿cómo pueden los líderes aprender a regular su sistema nervioso para cultivar no solo seguridad psicológica, sino también un entorno de alto rendimiento en sus equipos?

Fuente de la imagen: Aldebaran Healing

¿Qué es la Teoría Polivagal? Conectando el liderazgo con la neurociencia

La Teoría Polivagal explora cómo nuestro sistema nervioso autónomo (SNA) actúa como el centro de mando del cuerpo, especialmente en cómo responde ante situaciones de seguridad o de estrés. Comprender sus principios básicos ofrece a los líderes un marco poderoso para transformar la manera en que se regulan a sí mismos y en cómo gestionan a sus equipos y organizaciones.

El SNA opera a través de tres estados principales, que se activan en función de las señales que recibimos del entorno y de nuestras relaciones. A continuación, se presenta una versión simplificada de cómo estos estados pueden manifestarse en el ámbito del liderazgo:

Fuente de la imagen: Simply Psychology

Estado vagal ventral (modo de compromiso social)

  • Rasgos: serenidad, conexión, apertura a la innovación y disposición a colaborar.
  • Impacto en el liderazgo: en este estado, los líderes se comunican con claridad, generan confianza y despiertan la cooperación.

Estado simpático (modo de lucha o huida)

  • Rasgos: reactividad, hiperfocalización, defensividad y ansiedad.
  • Impacto en el liderazgo: predomina el estrés, lo que puede derivar en microgestión, decisiones apresuradas y una cultura laboral tensa.

Estado vagal dorsal (modo de apagado)

  • Rasgos: retraimiento, desconexión y agotamiento.
  • Impacto en el liderazgo: los líderes suelen evitar el conflicto, se frena la innovación y disminuye la moral del equipo.

Navegar entre estos estados no es fruto de una elección consciente, sino del proceso de neurocepción:la capacidad automática del sistema nervioso para evaluar si el entorno es seguro o amenazante. Para quienes ejercen el liderazgo, esto convierte a la autoconciencia emocional y a la regulación del sistema nervioso en habilidades esenciales para sostener el rendimiento y el bienestar colectivo.

Por qué la regulación del sistema nervioso es clave en el liderazgo

Las investigaciones muestran que el estado interno de un líder impacta de manera directa en la dinámica emocional y en el rendimiento de su equipo. A este fenómeno, el Dr. Stephen Porges lo denomina corregulación. Cuando un líder logra mantenerse regulado, se convierte en una auténtica “ancla emocional”: transmite seguridad, fomenta el compromiso y crea las condiciones para que las personas trabajen con confianza.

Fuente de la imagen: Just Trying to Help

Los costes de la desregulación

¿Qué sucede cuando los líderes no logran regular su sistema nervioso?

  • Rigidez cognitiva: bajo estrés, la capacidad de pensar con creatividad y adaptarse se ve seriamente limitada, afectando la calidad de las decisiones estratégicas.
  • Resistencia del equipo: un liderazgo desregulado genera estrés crónico, alimenta la desconfianza, incrementa la rotación de personal y erosiona el compromiso.
  • Brechas de empatía: el estrés no regulado reduce la empatía. Sin empatía, la seguridad psicológica se debilita y con ella la cohesión del equipo.

Los beneficios de la regulación

  • Mayor compromiso: los líderes serenos generan un clima de confianza que favorece la colaboración genuina.
  • Mejor toma de decisiones: los líderes pueden pensar con claridad, aplicar un juicio crítico y encontrar soluciones innovadoras frente a los desafíos.
  • Resiliencia del equipo: los equipos tienden a reflejar el estado interno de sus líderes; cuando estos se mantienen regulados, la adaptabilidad aumenta y el rendimiento se sostiene en el tiempo.

Aplicación de la Teoría Polivagal al desarrollo del liderazgo

La buena noticia es que, al igual que cualquier otra competencia de liderazgo, la regulación del sistema nervioso se puede aprender y aplicar mediante prácticas intencionadas.

Estrategias de autorregulación para líderes

Mantenga la calma bajo presión con estas prácticas diseñadas para favorecer el estado vagal ventral (compromiso social):

  • Respiración: las investigaciones muestran que una respiración profunda y pausada ayuda a desactivar la respuesta de lucha o huida. Pruebe la respiración en caja: inhale durante 4 segundos, mantenga el aire 4 segundos, exhale en 4 segundos y vuelva a mantener 4 segundos.
  • Conciencia somática: identifique las señales físicas del estrés (como la tensión en los hombros o el aumento del ritmo cardíaco) antes de que influyan en sus decisiones.
  • Prácticas de enraizamiento: recurra a técnicas sencillas, como aplicar agua fría en las muñecas o tomar conciencia de la firmeza del suelo bajo sus pies, para mantenerse centrado y presente.

Crear seguridad psicológica en los equipos

El lugar de trabajo es un ecosistema de sistemas nerviosos interconectados, donde la ansiedad puede propagarse con rapidez. Los líderes excepcionales crean activamente las condiciones para que sus equipos prosperen.

  • Fomentar la corregulación: promueva una cultura en la que los miembros del equipo se apoyen mutuamente y mantengan la calma incluso bajo presión.
  • Priorizar la conexión : prácticas sencillas como escuchar con atención, mantener un lenguaje corporal abierto, o expresar gratitud refuerzan la confianza y la cohesión.
  • Ejercer un liderazgo auténtico: la vulnerabilidad, la transparencia y la coherencia transmiten al equipo que se encuentran en un entorno seguro.

Fuente de la imagen: Management 30

Unir el rendimiento del equipo con los principios polivagales

La dinámica de los equipos refleja los estados del sistema nervioso. Los equipos de alto rendimiento prosperan en un estado vagal ventral, mientras que los equipos estresados tienden a responder de manera simpática (lucha o huida) o dorsal (apagado).

Los líderes que aplican la Teoría Polivagal pueden aprovechar ventajas clave para sus organizaciones:

  • Resiliencia: los equipos se recuperan con mayor rapidez de los contratiempos y enfrentan los desafíos con confianza.
  • Innovación: un entorno seguro fomenta la curiosidad, impulsando la creatividad y la capacidad de resolver problemas.
  • Colaboración: los líderes regulados promueven equipos comprometidos, que se comunican con transparencia y trabajan juntos de manera efectiva.

Estrategias prácticas para cambiar el estado del equipo

De la respuesta de lucha o huida (simpática) al compromiso:

  • Aborde las preocupaciones con claridad para reducir la incertidumbre y calmar la ansiedad.
  • Redirija al equipo hacia las tareas mediante flujos de trabajo estructurados y objetivos alcanzables.

De la paralización (vagal dorsal) a la productividad:

  • Reconozca los signos de desconexión y vuelva a conectar a través de conversaciones individuales.
  • Establezca momentos de reajuste, como sesiones colaborativas de lluvia de ideas o controles periódicos del bienestar del equipo.

Fuente de la imagen: Essence Holistic Health

El futuro del liderazgo reside en la neurociencia

Es momento de que los líderes modernos expandan sus herramientas más allá del CI (coeficiente intelectual) y el CE (coeficiente emocional). ¿La próxima frontera? El NSQ (inteligencia del sistema nervioso).

Cuando los líderes alinean conscientemente sus sistemas nerviosos para generar seguridad, los beneficios se extienden a todos los niveles de sus equipos y organizaciones. Los principios de la Teoría Polivagal no solo ofrecen comprensión, sino también una hoja de ruta para construir entornos más saludables y de alto rendimiento, donde tanto las personas como los equipos puedan prosperar.

¿Cómo empezará a regular su sistema nervioso como líder hoy mismo? La transformación comienza con usted. Contacte con un representante de Leadership Circle y dé el primer paso hacia un liderazgo más conectado, consciente e intencional.

Katie Sullivan Porter

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