Los Seis Sistemas de Efectividad Organizacional
Por Bob Anderson y Bill Adams
¿En qué estado se encuentra su sistema de liderazgo?
Cuando el Sistema de Liderazgo funciona de manera efectiva, impulsa el rendimiento organizacional. Este sistema es el núcleo organizativo que debe cumplir todas las funciones correspondientes al equipo directivo o a la alta dirección. Entre estas funciones se incluyen y requieren que el liderazgo: se cohesione, defina una visión a futuro, establezca la dirección estratégica, diseñe y ejecute la estrategia, garantice la alineación, comunique con claridad, involucre a las partes interesadas, desarrolle el talento, gestione el rendimiento, fomente la responsabilidad, garantice la sucesión, asigne recursos, cultive la cultura organizacional y entregue resultados.
El Sistema de Liderazgo es el ADN de la organización: su código genético o marca distintiva. Establece el contexto que genera todos los resultados, da sentido a cada acción y define lo que estamos predispuestos a hacer y ser. La efectividad de este sistema determina el rendimiento global de la empresa. ¿Su Sistema de Liderazgo fomenta la calidad, la agilidad, la rapidez, el compromiso de las partes interesadas, el crecimiento rentable, el cumplimiento, la ventaja competitiva y sólidos resultados financieros? ¿Cómo podemos mejorar el rendimiento organizacional mediante un Sistema de Liderazgo saludable?
Aplicamos nuestro reconocido Enfoque Integral de Sistemas para avanzar en los Seis Sistemas de efectividad organizacional. Este enfoque, centrado en el liderazgo, equilibra el desarrollo de competencias y capacidades con la consciencia y el carácter, transformando cualquier empresa en una organización rentable y con propósito. Todos los sistemas esenciales están integrados y alineados, y todas las partes interesadas se ven involucradas.
Los Seis Sistemas tienen un alcance que trasciende los departamentos funcionales y deben entenderse tanto de forma independiente como interdependiente, como parte de un todo integrado. Estos Seis Sistemas establecen las condiciones y los componentes necesarios para crear una organización sana y de alto rendimiento.
Los seis sistemas de efectividad organizacional:
1. Liderazgo. Para alcanzar un alto rendimiento o mantener resultados excepcionales, los líderes deben definir y perfeccionar los procesos clave, ejecutándolos con disciplina diaria. Es necesario que traduzcan la visión y los valores en estrategias y objetivos, procesos y prácticas, acciones y responsabilidades, ejecución y resultados. Los líderes enfrentan tres preguntas clave: 1) Visión/Valor. ¿Qué valor único aportamos a nuestros clientes para obtener una ventaja competitiva? ¿Qué hacemos, para quién y por qué? 2) Estrategia/Enfoque. ¿Cómo satisfacemos de manera distintiva las necesidades específicas de nuestros clientes y partes interesadas? ¿Qué estrategia respalda nuestra visión para lograr esa ventaja competitiva? 3) Estructura/Alineación. ¿Cómo se alinea la estructura con la estrategia, la tecnología con las personas, las prácticas con los procesos, el liderazgo con la cultura, y la medición con el control? ¿Están estos elementos diseñados y alineados para crear las condiciones óptimas que nos permitan alcanzar la visión??
2. Comunicación. Todo ocurre a través de, o gracias a, una conversación, y cada intercambio es una oportunidad de verdad, un posible punto de fracaso o un eslabón crítico en la cadena del éxito. La comunicación estratégica asegura que el impacto de su mensaje sea coherente con sus intenciones y conduzca a una comprensión clara. Lo que se dice, cómo se dice, cuándo, dónde y en qué circunstancias se dice, son factores fundamentales que definen la cultura de alto rendimiento. Cuando los líderes maximizan su contribución a las conversaciones diarias, logran involucrar y alinear a las personas en torno a una causa común, reducen la incertidumbre, mantienen a todos enfocados, y preparan a las personas para los momentos clave que definen la cultura. Estos líderes evitan excusas, aprenden de sus experiencias, tratan los errores como oportunidades de aprendizaje y aprovechan el poder de sus decisiones para moldear creencias y comportamientos dentro de la organización.
3. Responsabilidad (Accountability). Los líderes transforman la visión y la dirección estratégica en metas, objetivos, acciones y responsabilidades claras. Los sistemas de rendición de cuentas (accountability) en el rendimiento definen con precisión lo que se espera de las personas, alineando las implicaciones y recompensas con el desempeño real. Para lograr la rendición de cuentas (accountability), la previsibilidad, el aprendizaje, la renovación y la sostenibilidad, los líderes deben incorporar la disciplina tanto en su proceso de liderazgo como en su ciclo de gestión.
4. Ejecución. Las organizaciones más exitosas desarrollan procesos simples que son eficientes internamente, respondan localmente y se adapten globalmente. Se elimina la complejidad en la experiencia del cliente, garantizando que su interacción sea fluida y satisfactoria. Establecer y optimizar el rendimiento operativo es un proceso continuo. Las operaciones deben centrarse en las tareas prioritarias, utilizando las técnicas más efectivas: alineando las iniciativas y operaciones con la estrategia; mejorando de manera constante los procesos; buscando avances en el rendimiento en áreas clave; aplicando técnicas de cambio avanzadas para apoyar las principales iniciativas; estableciendo un patrocinio ejecutivo para todas las iniciativas; y creando capacidades y habilidades para el futuro.
5. Rendimiento. El Sistema de Rendimiento Humano tiene como objetivo atraer, desarrollar y retener a las personas con mayor talento. La clave está en contratar a los mejores y acompañar su crecimiento en habilidades, talentos y conocimientos a lo largo del tiempo. A medida que las personas se desarrollan, se vuelve aún más importante reconocer y recompensar adecuadamente su contribución, de modo que se sientan valoradas y elijan permanecer en la organización como colaboradores comprometidos y leales.
6. Métricas. Un sistema efectivo de medición, revisión y ajuste mantiene a la organización alineada con sus objetivos. Las empresas necesitan indicadores claros que permitan controlar la calidad, fomentar comportamientos coherentes, y asegurar productividad y resultados predecibles. En este marco, el control se vuelve esencial para la sostenibilidad y rentabilidad. Cada actividad debe contar con procedimientos y métricas diarios. Los líderes son responsables de establecer y mantener este sistema de medición, supervisar el progreso frente a la estrategia, revisar los resultados operativos a través de indicadores clave, actualizar la estrategia regularmente y garantizar que las acciones estén impulsadas por una visión clara, basada en información relevante y actualizada, orientada al logro de los objetivos.
Observaciones finales
Este marco de los Seis Sistemas permite comprender cómo todo está interconectado. Una vez más, mientras el Sistema de Liderazgo no funcione de manera efectiva, los demás sistemas se verán comprometidos. Nuestro trabajo con líderes se centra en asegurar que su Sistema de Liderazgo sea altamente efectivo, y contamos con numerosos casos que demuestran el impacto transformador de aplicar un Enfoque de Sistemas Integrales.
A lo largo de nuestra trayectoria, hemos trabajado junto a directores generales y sus equipos en decenas de organizaciones, y podemos afirmar con convicción que las iniciativas de transformación exitosas han sido aquellas en las que el Equipo de Liderazgo Ampliado “hizo su parte”: dominar el arte del liderazgo y elevar su efectividad individual y colectiva, al tiempo que fortalecía la salud del Sistema de Liderazgo. Estos esfuerzos no solo lograron resultados significativos, sino que, lo más importante, dichos resultados se sostuvieron en el tiempo.
Lamentablemente, también hemos sido testigos de iniciativas que no alcanzaron sus objetivos e incluso fracasaron. En la mayoría de los casos, esos fracasos se deben directamente a la incapacidad del liderazgo para transformarse conscientemente, tanto a nivel individual como colectivo. Sin un Sistema de Liderazgo maduro, evolucionado y plenamente operativo, los esfuerzos de transformación están condenados al fracaso. ¡Así de simple!
Dar el paso
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Extraído de Mastering Leadership: An Integrated Framework for Breakthrough Performance and Extraordinary Business Results, de Robert J. Anderson y William A. Adams (Wiley, 2015).
Bob Anderson es Presidente y Director General de Desarrollo y Bill Adams es Director General de Leadership Circle y Full Circle Group. Ambos son coautores de Mastering Leadership (Wiley).
